Big tits zombies: Del cartel de la peli solo queda la prota

Esta entrada es un autodesafío. Me perfecciono a mi mismo poniéndome retos difíciles, como cuantas pompas de chicle soy capaz de hacer seguidas o cuanto puedo aguantar la respiración con una bolsa de plástico en la cabeza. Hoy el reto es otro: Spoilear una película sin argumento. Aviso de que las películas tipo "Karate a muerte en Torremolinos" no son de mi agrado, por lo que ya saben lo que les espera:

La de la izquierda y la de la derecha palman.

Big Tits Zombies es una película japonesa, basado en el cómic Kyonyū Dragon de Rei Kimamoto, cuyo guión probablemente pudo escribirse en una servilleta de bar medio usada. La película, que tuve el dudoso placer de poder visionar un día de resaca, trata de cinco strippers que trabajan en un club de mala muerte. Una de ellas, la prota, acaba de llegar de México. Las muchachas se dedican a hacer bailes erótico festivos para los escasos clientes que se acercan. Un día descubren el famoso Necronomicon (y ya es la segunda vez que sale en Spoilerblog!!) y una de ellas, que se ve que es la mala desde Melmac, lanza un hechizo que tiene el efecto de revivir a los muertos.
A partir de aquí la cosa ya empieza a perder la cabeza, la poca que tenía, con zombies de diferentes calados, maquillajes dignos de una fiesta de Halloween de colegio, caretas de carnaval de las que encuentras rebuscando en el armario cuando a última hora no sabes de qué disfrazarte... En fin, un despropósito.

Las muchachas, menos la mala, que se ha convertido en la reina de los muertos vivientes, comienzan a pelear contra los zombies. Una de ella muere en plan tonto, como siempre tiene que pasar en las pelis de zombies. Otra es mordida y se convierte en zombie poco tiempo después, además de lanzallamas vaginal, en la que posiblemente sea la escena de una película que me haya hecho perder más neuronas de una tacada, después de la escena del transplante en medio del desierto de Terminator 4.

Para pelear contra los zombies hay que estar cómodo.

En fin, que las dos chicas restantes, Sora Aoi y Risa Kasumi, actrices porno del país del sol naciente, se enfrentan a los zombies. Gore por aquí, sangre a chorros por allá. Uno de ellos resulta ser el zombie de la hermana asesinada de Risa, que la muerde. La muchacha lucha hasta los últimos momentos, pero sabe que tiene el tiempo contado. Sora Aoi llega al enfrentamiento final contra Mari Sakurai, otra AV Idol japonesa, que es la mala del Necronomicon, y con una treta homenaje a "La muerte tenía un precio" de Sergio Leone, consigue engañarla. La pelea continua, pero una película así no podía terminar de otra manera que con (redoble de tambores, por favor) un deus ex machina, cuando aparece el Ogro Azul a poner orden y llevarse a todos los zombies y a la mala al inframundo.

Sora Aoi entierra a sus amigas y va a cobrar el dinero que le debe el dueño del strip club. Con ella lleva el Necronomicon, con el que invoca, en la última escena de la peli, a Risa Kasumi.
La película en sí es mala como tragar cristales. Los pocos destellos de humor que tiene se ven eclipsados por el esperpento y solo te queda reírte del absurdo más que de la comedia. A cambio de ello, podemos ver un par de escenas de peleas con las chicas enseñando lo que esconden detrás del escote, pero créanme: No merece el esfuerzo.

En definitiva, mezclar dos cosas que te gustan no siempre es bueno: Te pueden gustar las big tits y te pueden gustar los zombies, pero los dos revueltos puede que no siempre sea el caso.

El trailer: