lunes, 25 de julio de 2011

Splice: Brody muere, el bicho muere y ella se queda embarazada del bicho.

Dren... ¿Dónde está el gato?
 La entrada de hoy va sobre Splice, una película que empieza irregular y termina siendo lo que comúnmente se conoce como un churro. El film, dirigido por Vincenzo Natali, cuenta con la participación de Adrien Brody como el doctor Clive Nicoli y Sarah Polley como la doctora Elsa Kast.

La historia narra la vida de dos científicos, Brody y Polley, que son pareja y trabajan para una farmacéutica en el departamento de creación de nuevos seres vivos con ingeniería genética para poder explotarlos por su producción de proteínas. Al comienzo del film, el grupo de investigadores ha hecho nacer a la segunda de las criaturas, una especie de gusanos-patata. Nicoli y Polley quieren llevar el experimento a una nueva etapa: Usar ADN humano,  pero la farmacéutica, viendo que la cosa no avanza en el sentido que ellos quieren, deciden poner fin a los experimentos, obligándoles a que se centren en lo que ya han creado. Entre tanto, los dos protagonistas deciden llevar su experimento en secreto: Hacer una nueva criatura híbrida, pero que tenga ADN humano. Escenas de ordenadores reordenando bases de ADN y tachán, consiguen lo que buscan: Una criatura híbrida de distintas especies que tiene ADN humano. El bicho nace y es alimentado y cuidado por la pareja, aunque Clive Nicoli parece no sentirse muy a gusto con el resultado, cuestionando la moralidad de todo ello, y muestra cierto desprecio por la criatura, hasta el punto que intenta asesinarla cuando es el equivalente de un niño humano.

El experimento, al que llaman Dren, muestra signos de inteligencia y se desarrolla a un ritmo rápido, pasando en pocos meses a una etapa adulta. En ese tiempo, los dos seres que el equipo de Nicoli y Kast habían creado oficialmente se matan entre ellos en un esperpéntico baño de sangre durante una exposición pública a la prensa. La farmacéutica les cierra el chiringuito. Las investigaciones revelan que uno de los seres habían cambiado su sexo a macho, provocando el enfrentamiento entre los dos. Poco después, los protagonistas deciden llevarse a Dren a la granja de la madre de ella, ya que el laboratorio se les queda chico y Dren ha atacado al hermano de Clive.


Esta imagen refuerza mi fe en la ingeniería genética.
El caso es que Dren pasa a ser una mujercita mutante interpretada por Delphine Chanéac y empieza a interesarse, cómo no, por Nicoli en alguna suerte de complejo de Electra. A la par, Nicoli también empieza a sentirse atraído por Dren, y Elsa que se lo huele empieza a mosquearse y a considerar a Dren un peligro, sobre todo después de que matase a un gato. Nicoli y Dren tienen su revolcón en el pajar, pero Elsa llega y lo ve todo. Ella huye, él se va detrás y trata de explicar las cosas, pero claro, cuesta trabajo convencer a tu novia de que fue sin querer el que te acostases con un ser vagamante humano y con la mente de una niña adolescente. Cuando vuelven a la granja descubren que Dren se está muriendo. La entierran cuando llega el jefe de los científicos junto con el hermano de Nicoli. Van a la tumba de Dren, pero la encuentran vacía. Dren ha mutado a un ser masculino, como le pasó a las otras criaturas, y además ha ganado superpoderes. Dren mata al hermano y al jefe, y ataca a Elsa, llegando a violarla. Nicoli trata de matarlo, pero también es asesinado por Dren, que finalmente muere a manos de Elsa.

En la escena final, Elsa está en las oficinas de la farmacéutica, firmando un papel por el que guardará silencio acerca de Dren y continuará el experimento. Entonces vemos que Elsa está embarazada.

La película empieza de una manera medianamente interesante, obviando la mala ciencia, como pasa en todas las películas de este tipo. La historia avanza por buen camino, con Elsa entablando lazos maternales con Dren y Clive como un padre reticente, repudiando al principio la moralidad de todo el experimento. Sin embargo, a partir de que se llevan a Dren a la granja, la cosa empieza a ir cuesta abajo, avanzando hacia lo absurdo, y llevando a la película a un final que desencaja bastante con lo que al principio parecía prometer. A Natali no le tiembla el pulso a la hora de explorar lo grotesco o tentar tabúes convencionales. No obstante, el conflicto moral de los científicos, sus relaciones con el ser que han creado, la lección de ética barata acerca de la ciencia, van trocando a una película de terror tipo Species que rebaja con mucho la calidad de esta mediocre producción.

Splice en IMDb, FilmAffinity y Rotten Tomatoes.