jueves, 8 de septiembre de 2011

Super 8: El alien vuelve a casa

Retrocartel, para nostálgicos.
Super 8, dirigida por J. J. Abrams y co-producida por Steven Spielberg, es una película-homenaje en sí misma, cuyo interés como film aumenta gracias a la base sobre la que se sustenta. Demuestra la capacidad de Abrams de coger el espítitu de cómo se hacía cine hace un tres décadas y mezclarlo con el cine actual, más espctacular, más rápido, con todo lo bueno y lo malo que ello supone, y que salga una buena tortilla de la mezcla. Beber directamente de clásicos del cine de los 80 como Los Goonies y E.T., por ejemplo, hace que, por lo menos a los que vimos esas películas hace tiempo, se nos dibuje una sonrisilla al revivir ese espíritu nostálgico ochentero.

La historia narra la vida de unos chavales adolescentes. Comienza con el funeral de la madre uno de ellos, Joe. La cortinilla nos lleva a cuatro meses después. Uno de los muchachos, Charles, es un gran aficionado al cine y entre todos se dedican a hacer una película que presentarán a un concurso. En una de las escenas que graban, una despedida en la estación de tren, se ve súbitamente interrumpida cuando una camioneta se pone en rumbo de colisión con el tren que se acerca. El resultado es un espectacular descarrilamiento y lluvia de vagones de tren que dura un poco demasiado. Cuando se calma la cosa, los chicos descubren que el que conducía la camioneta, que sorprendentemente ha sobrevivido, es uno de sus profesores del colegio, que los espanta antes de que lleguen los militares.

La historia luego desenvuelve el asunto de la relación inocente y amorosa de Joe y la única chica del grupo, Alice, que a la sazón es la hija del tipo sobre el que de alguna manera han recaído las culpas de la muerte de su madre. El día en que la madre de Joe murió en un accidente en el trabajo, era él quien tuvo que estar allí, pero él estaba borracho y ella le sustituyó. Al mismo tiempo, los chicos siguen la grabación de su película y, por otro lado, vemos como lo que terminó escapando del tren antes de que llegasen los miitares conmienza a hacer de las suyas: Destrozos y gente que desaparece.

Los militares toman el pueblo y ante la imposibilidad de capturar de nuevo al monstruo, deciden evacuarlo y entrar a sangre y fuego. Los chicos también, pero con el motivo de encontrar a Alice, que también ha sido abducida por el monstruo. Por supuesto lo acaban encontrando, y con él al huerto de seres humanos que tiene para ir echándose algo al gaznate de vez en cuando. El monstruo es un alienígena cuya nave se estrelló contra la Tierra y que ha sido secuestrado por el ejército americano. El alien solo quería volver a su casa, y a raíz del accidente, provocado por el profesor de instituto que fue, años ha, científico para el ejército y que sabía íntimamente lo que pensaba el alienígena; buscaba la manera de reconstruir su nave y poder volver a su casa, que lleva 30 años sin sellar la cartilla del paro.

Momento catártico de todos ahora somos superamigos, se perdonan los viejos problemas, el alien se pira y fin. Durante los créditos podemos ver el montaje de la película que los protagonistas llevarán al concurso.

Una película entretenida, que gustará seguramente más a los que puedan pillar los guiños a las películas que homenajea. La historia es un poco menos esponjosa que Los Goonies o E.T., entre otras cosas porque el alien se come a la gente, y con un poco más de acción made in Abrams. Viene bien aderezada con sus dosis de humor, fundada básicamente en las relaciones entre los protagonistas, y con un ritmo que se mantiene ágil y constante durante casi toda la película. Todo ello lo convierte en un film que uno puede ver tranquilamente y pasar un buen rato, si apagamos un par de veces el sentido crítico y la suspensión de incredulidad. Ningún animal resultó herido durante la grabación de la película. Ni durante la redacción de este spoiler.

Super 8 en IMDb.
Super 8 en Film Affinity.
Super 8 en Rotten Tomatoes.