Avengers End Game: Ironman se enfunda la armadura de pino.

La fantástica saga de Marvel termina con una fase, cerrando ciclo y de camino también termina con unos cuantos personajes.

Hay días en los que es mejor no levantarse del sofá

 En la película han pasado unos cuantos años desde que Thanos chasqueó los dedos, cargándose a la mitad de los seres vivos del Universo (con la mala suerte de que es posible que no solo se haya cargado a los votantes de Vox). Además, el malvado titán se las arregla para destruir las gemas del infinito, impidiendo así que cualquier listillo las recupere cual Bolas de Dragón y decida revertir la canallada perpetrada por el villano del escroto en la barbilla.

Así están las cosas cuando, por un golpe de suerte, Ant-Man regresa del mundo cuántico. El despistado granujilla busca a lo que queda de los Vengadores para explicarles que el mundo cuántico el tiempo no corre siempre de un lado y que sería posible usarlo para viajar al pasado y/o realidades pasadas alternativas y recoger las gemas del infinito. Pero claro, si esto fuese gratis no tendría mucho sentido: sería como poder cargar siempre la partida. Los viajes en el tiempo requieren de un líquido especial que solo el difunto Hank Pym podía crear, de modo que las reservas son limitadas. Así que está todo servido para poder volver al pasado y recuperar las gemas.

Otros medios de viajar en el tiempo fueron descartados por los Vengadores

Así que allí van nuestros aguerridos héroes, dejándose por el camino a Viuda Negra, que muere para que se pueda recuperar la Gema del Alma. A la que regresan con las gemas y Hulk chasquea los dedos para revivir a los muertos por Thanos, el propio Thanos se las ingenia para usar el condensador de fluzo túnel cuántico  para atacar a misilazo limpio la guarida de los Vengadores: caos, destrucción y un facturón en chapa y pintura.

Llegada la esperada hora de las tortas, Thanos demuestra que sabe defenderse aun sin las gemas y es necesaria la combinación de varios de los superhéroes para poder pararle los pies, incluido Capitán América cogiendo el martillo de Thor¹, Capitana Marvel o Bruja Escarlata usando sus poderes a tope y gastando maná como si no hubiese un mañana... ¡porque tal vez no lo haya!

Finalmente, el malvado² Titán consigue hacerse con el guantelete. Soy inevitable, dice el rufián, a punto de chasquear los dedos. Pero, ay, bellaco, que el Doctor Extraño ya había visto esta peli con 16 millones de finales diferentes y sabía lo que iba a pasar, y es que el bueno de Iron Man, el hombre cuyo único super poder es su infinita humanidad (y su infinito dinero) le arrebata las gemas y le dice "Y yo soy Iron man". Plof, todos los malvados invasores, el ejército de Thanos y el propio Thanos se convierten en el polvillo ese que se te mete por todos lados y es un coñazo luego de quitarlo. El impacto energético guionístico de usar las gemas es tan grande que Iron man la palma poco después, dejando mujer e hija. Pepper Potts se congratula secretamente del cambio en la legislación del impuesto de sucesiones, o eso parece, a tenor del gesto que pone mientras sujeta la mano de su exánime compañero de vida.

En escenas finales vemos como Capitán América devuelve las gemas a su lugar exacto en el pasado para que no se joda demasiado el tiempo y en estas decide que para qué va a volver, si no paran de darle guantazos a vuelamano. Mejor se queda con el amor de su vida, una mujer que conoció durante unos meses hace 70 años. Lo normal, vaya. Le pasa el testigo de la capitanía americana a Falcon, porque ya está mayor, literalmente. Y ahora sí, fin, por el momento.

1. Mjollnir. Esto es un blog familiar, hombre.

2. Decimos malvado quizás un tanto osadamente, tal vez el titán ha tenido un mal año y lo que necesita es un poco de amor y una cervecita con los amigos. No es bueno juzgar a la gente así de buenas a primeras, sin saber realmente de sus circunstancias y qué le ha llevado por ese camino de perdición y autodestrucción. Más puñalás da el hambre.