¡Hadouken! |
Balthazar se pasa siglos buscando al susodicho merliniano, pero no lo encuentra ni en la India, ni en Nepal ni en las Páginas Amarillas. Por supuesto, lo acaba encontrando en Estados Unidos, porque, como indica el primer principio de la Hollywoodinámica, todo pasa en USA, baby.
Resulta que el primer merliniano es un chaval de 10 años que llega a la tienda de antigüedades de Cage (¿Por qué los magos siempre montan una tienda de antigüedades?). Nic le da el anillo de Merlín al niño. Pero resulta que Horvath se escapa de su encierro por error cuando el niño lanza un conjuro. Balthazar y Horvath se pelean y ambos acaban encerrados durante 10 años en una vasija. El niño, cuando sale aterrado, es ridiculizado por sus compañeros de colegio y por la sociedad en general.
Cortinilla de 10 años. El chaval, Dave (Jay Baruchel) ha crecido acorde y ahora es un coquito de la física. Encuentra a la chavala que le molaba en el colegio para meter el rollo romántico (Segundo principio de la Hollywoodinámica). Pero las cosas se tuercen cuando aparecen de nuevo Horvath y Balthazar. El malísimo mago quiere conseguir el anillo de Merlín y la caja donde está Morgana para revivir a la maga y lanzar un conjuro que reviva a los magos malos muertos y dominar el mundo (tercer principio de la Hollywoodinámica).
El chaval, que tiene menos confianza en sí mismo que yo en una película de Michael Bay, se enfrenta a sus temores de la infancia y trata de llevar un vida normal mientras que Nic le intenta enseñar magia.
Monica no tiene mucho tiempo de pantalla en este film. |
Horvath saca a Morgana de la matrioska y empieza a lanzar su megahechizo maléfico. Llegan los buenos, se pelean y resulta que Dave vence a Morgana, pero Balthazar ha muerto en el combate. Pero... ¿Cómo puede ser? Ah, es una película de Disney, así que el bueno de Nic vuelve de entre los muertos cuando Dave se propone darle unos cuantos electroshocks con magia. Fin. Tras los créditos, miniescena para una posible secuela, donde se ve a quien no puede ser otro que Horvath recogiendo su sombrero. Ahora sí, fin.
La película es un auténtico despliegue de efectos especiales y a pesar de explicaciones un poco raras e innecesarias de la relación entre la ciencia y la magia, no deja de ser entretenida, pese a su más que evidente previsibilidad. Hay algunos guiños a pelis como La Guerra de las Galaxias, Indiana Jones o Fantasía, aderezadas con escenas de acción de bajo nivel de sangre (se pegan ostiazos de campeonato, pero nadie sangra) y un adecuado nivel cómico. Los personajes son arquetipos: Nic el mentor sabio y comprensivo, con pasado atormentado, Dave el héroe reticente que una vez gana confianza se convierte en un tipo de cuidado, Horvath el malo malísimo... A pesar de todo, es una película divertida para toda la familia que no pasará a los anales del cine.