sábado, 22 de enero de 2011

El Aprendiz de Brujo: Final feliz made in Disney

¡Hadouken!
El Aprendiz de Brujo cuenta la historia de Balthazar Blake (Nic Cage), un aprendiz de Merlín el mago en la edad media, junto con Verónica (Monica Bellucci) y Horvath (Alfred Molina). En los primeros minutos se nos revela que Horvath se alía con la malísima Morgana, porque está celoso del amor de Nic con Monica, para matar a Merlín. El viejo mago muere, pero los buenos consiguen encerrar a Morgana en una matrioska a costa de Verónica. Horvath escapa y Balthazar queda con el compromiso de buscar al primer merliniano, un heredero de Merlín capaz de derrotar a Morgana.

Balthazar se pasa siglos buscando al susodicho merliniano, pero no lo encuentra ni en la India, ni en Nepal ni en las Páginas Amarillas. Por supuesto, lo acaba encontrando en Estados Unidos, porque, como indica el primer principio de la Hollywoodinámica, todo pasa en USA, baby.

Resulta que el primer merliniano es un chaval de 10 años que llega a la tienda de antigüedades de Cage (¿Por qué los magos siempre montan una tienda de antigüedades?). Nic le da el anillo de Merlín al niño. Pero resulta que Horvath se escapa de su encierro por error cuando el niño lanza un conjuro. Balthazar y Horvath se pelean y ambos acaban encerrados durante 10 años en una vasija. El niño, cuando sale aterrado, es ridiculizado por sus compañeros de colegio y por la sociedad en general.

Cortinilla de 10 años. El chaval, Dave (Jay Baruchel) ha crecido acorde y ahora es un coquito de la física. Encuentra a la chavala que le molaba en el colegio para meter el rollo romántico (Segundo principio de la Hollywoodinámica). Pero las cosas se tuercen cuando aparecen de nuevo Horvath y Balthazar. El malísimo mago quiere conseguir el anillo de Merlín y la caja donde está Morgana para revivir a la maga y lanzar un conjuro que reviva a los magos malos muertos y dominar el mundo (tercer principio de la Hollywoodinámica).
El chaval, que tiene menos confianza en sí mismo que yo en una película de Michael Bay, se enfrenta a sus temores de la infancia y trata de llevar un vida normal mientras que Nic le intenta enseñar magia.
Monica no tiene mucho tiempo de pantalla en este film.
Horvath va ganando la partida, rescatando a los magos de la matrioska y haciéndose más fuerte por el camino. Finalmente, capturan al interés romántico del chaval y le obligan a elegir: O la completa destrucción del mundo tal y como lo conocemos o la muerte de su novieta. Por supuesto, elige la primera opción.

Horvath saca a Morgana de la matrioska y empieza a lanzar su megahechizo maléfico. Llegan los buenos, se pelean y resulta que Dave vence a Morgana, pero Balthazar ha muerto en el combate. Pero... ¿Cómo puede ser? Ah, es una película de Disney, así que el bueno de Nic vuelve de entre los muertos cuando Dave se propone darle unos cuantos electroshocks con magia. Fin. Tras los créditos, miniescena para una posible secuela, donde se ve a quien no puede ser otro que Horvath recogiendo su sombrero. Ahora sí, fin.

La película es un auténtico despliegue de efectos especiales y a pesar de explicaciones un poco raras e innecesarias de la relación entre la ciencia y la magia, no deja de ser entretenida, pese a su más que evidente previsibilidad. Hay algunos guiños a pelis como La Guerra de las Galaxias, Indiana Jones o Fantasía, aderezadas con escenas de acción de bajo nivel de sangre (se pegan ostiazos de campeonato, pero nadie sangra) y un adecuado nivel cómico. Los personajes son arquetipos: Nic el mentor sabio y comprensivo, con pasado atormentado, Dave el héroe reticente que una vez gana confianza se convierte en un tipo de cuidado, Horvath el malo malísimo... A pesar de todo, es una película divertida para toda la familia que no pasará a los anales del cine.

miércoles, 12 de enero de 2011

Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba: Aslam es Jesucristo y Eustace es el dragón

(Nota: Hoy es Neovallense quien envía su spoiler, movido por la mala sangre que le ha provocado ver este churro. El amigo Neovallense ha decidido desquitarse destripándola para que ustedes, bienamados lectores, puedan estar prevenidos, y que la advertencia dure para las generaciones futuras. Todo este altruista trabajo (el de ayudarles a ustedes y evitar que Neovallense tenga que ir a un psicólogo) lo hacemos gratis en Spoilerblog, oiga.)
¡¡Hakuna Matataaaa...!!
Invitado por (mirad en los comentarios para comprobar que no miento) Carlos, he decidido destripar la que es la tercera entrega de la saga de "Las Crónicas de Narnia", franquicia que adapta la obra de un amigo de Tolkien, que después de la guerra se metió a predicar las bondades del cristianismo a través de su obra alegórica.

¿Habéis visto alguna de las dos películas anteriores? Pues ésta es igual de sosa, pero con otro director, Michael Apted. Su mayor logro es que “Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba” no se parece tanto a “El Señor de los Anillos” ni a “Harry Potter”. Otro detalle positivo (además de que los efectos especiales son buenos) es Eustace, que si bien tiene una cara de sieso que tira para atrás acaba por caer hasta simpático, él y la rata Reepicheep son los que dan más salsilla a la historia, pero sin pasarse.

¡Huid, insensatos!
En esta ocasión casi no aparecen los hermanos mayores (es una pena, porque Anna Popplewell no está nada mal), sino que son los dos pequeñajos Edmund y Lucy Pevensie quienes llevan el peso de la acción  (bueno, hay que decir que Lucy ya no es tan pequeñaja, puesto que ya empieza a sentir picor en una parte de su anatomía). Éstos se ven transportados a Narnia con su amadísimo primo Eustace mientras discuten con el mismo por la existencia de dicho mundo, y he aquí que Eustaquio (es el nombre del primo traducido) lo flipa en colores cuando ve cómo de un cuadro comienza a salir agua a borbotones y llena toda la habitación; cuando suben en busca de aire resulta que están en mitad de un ignoto mar, y allí son recogidos por el bueno del rey Caspian. En el barquillo Caspian les informan que van en busca de los siete lores, que a su vez fueron en busca de siete espadas. Para encontrar a dichos lores primero se enfrentarán a unos piratas, luego pedirán consejo a un mago que vive en una mansión invisible, y en cuyo jardín tiene enanos con muy mala leche y un sólo pie; combatirán a un dragón que resulta que es Eustace maldecido al intentar llenarse los bolsillos con un tesoro de uno de dichos seres mitológicos; Edmund volver a ser tentado por la Bruja Blanca, que apenas aparece nada pero sin embargo está en el cartel de la peli; Lucy querrá ser igual de guapa que su hermana Susan, pero Aslam le mostrar una visión que la hará reflexionar y arrepentirse de sus pecados; Caspian y Edmund casi llegarán a las manos por culpa de un charco de agua que convierte en oro todo lo que moja; se topan con una estrella que resulta ser una moza y que todos admiran su belleza pero que no es pa tanto, la verdad; se enfrentan a un bicho marino muy feo porque Edmund (como ya hizo uno de los personajes de “Los cazafantasmas”) piensa en tal ser; y Aslam, como siempre, aparece al final y les dice a Edmund y Lucy que no van a volver a Narnia, pero que no se preocupen porque también está en su mundo pero tiene otro nombre y otro aspecto (o sea, ¡que es Jesucristo!), y a Eustaquio sin embargo le informa que volverá; mientras que Reepicheep decide irse al mundo de Aslam, o sea, que decide palmarla. También es importante señalar que Eustaquio cambia su forma de ser y se da cuenta de que ha sido muy malo con sus primos y muy mala persona en general.

Creo que me dejo poco por spoilear... Sólo anotar otro pequeño detalle, no merece la pena verla en 3D... bueno, en 2D tampoco.

viernes, 7 de enero de 2011

Jonah Hex: Lo malo si breve...

¡Ugly es la película, mamones!
Si tuviera que definir la película de Jonah Hex en una sola palabra, diría que es prescindible. Si fuese menos educado, diría que es un culo de película. Basada, el personaje al menos, en un comic nacido en los 70 sobre un soldado confederado desfigurado y con la capacidad de hablar con los muertos (este poder solo en la peli, parece ser), la película ha sido llevada al cine con medios económicos y nombres famosos a su favor, pero con el handicap de que el guión lo podría haber hecho un lémur. Podríamos decir que la película es más lineal que una pantalla de Mario Bros, pero además mucho más previsible.

La peli empieza contando, en apenas 5 minutos, el origen del personaje, intercalando unas escenas de animación que están completamente fuera de lugar. Luego comienza la acción, donde Jonah (Josh Brolin) es el típico antihéroe, con aspecto de malo, frases ingeniosas y un pasado atormentado, pero que en el fondo lucha contra el mal. Básicamente, la película cuenta como Jonah va en busca del General Turnbull (John Malkvich), al que creía muerto y que además es el que mató a su familia y le desfiguró el rostro. Turnbull ha robado un arma super chiripitifláutica de destrucción masiva y quiere destruir a la Unión el día de su centerario: ¡Que tipejo tan indeseable!

Con esta premisa, Jonah va de un lado para otro como si tuviese un jet. Parece que el tiempo no pasa para él. Coge su caballo y se va al sitio donde le dan información. Se monta en su caballo y va al otro sitio donde está el malo. Le hieren de muerte, se monta en su caballo y se va al sitio donde lo curan. Así, como si todo estuviese en el mismo barrio.

No os soltamos hasta que prometáis no hacer la secuela
De por medio el malísimo Turnbull secuentra a Lilah (Megan Fox), una prostituta de saloon que es la única persona en la que Jonah confía, para usarla de parapeto cuando el protagonista, invariablemente, llegue hasta él. Turnbull, como buen malo de película mala, cuando tiene a Jonah y a la chica apresados decide dejarlos con vida y encerrarlos con más bien una vigilancia nula, en lugar de cargárselos y ahorrarse el dolor de cabeza, a pesar de que hace 10 minutos había arrasado a sangre fía un pueblo con 300 habitantes.

Por supuesto, Jonah y Lilah se escapan y resulta que ella es una especie de Rambo, porque reparte a los malos que da gusto. Llega el momento de la pelea final, Jonah gana a pesar de que le estaban dando una paliza de muerte y salva el país. El presidente de los EEUU le ofrece el puesto de sheriff del país, pero Jonah, como buen antihéroe, no se somete a ninguna autoridad y se larga con viento fresco y esperemos que para no volver jamás.

La película transcurre en unos escasos 80 minutos, créditos incluídos, dando una enorme sensación de apresuramiento. La historia sufre de haber sido descafeinada para lograr el maldito PG-13, lastimándose la historia y la narración en favor del interés comercial. Los personajes son bastante cartonpiédricos porque no hay tiempo de desarrollar ninguno y la verdad es que no llegas a encariñarte con ellos y te importan tres cocos lo que les pase. La trama es muy mala, todo pasa muy deprisa y da la impresión de que el bueno de John Malkovich no se toma en serio a su personaje, poniendo más interés dramático en el anuncio de Nesspreso. Una lástima, porque bien hilada y con un mejor guión, la película podría haber resultado muy interesante, pero ha quedado para película de palomitas de usar y olvidar.