Buena película para los amantes delcine post-apocalíptico, salida casi a la par que otra menos buena, la cual hemos destripado aquí. Está basada en la novela homónima de Cormac McCarthy. En esta no hay ciegos ninja, sino un padre y su hijo. Ambos personajes, interpretados por Viggo Mortensen hijo de Arathorn y Kodi Smith-McPhee, están en una tierra desolada por alguna clase de cataclismo que no se explica en ningún momento ¿Por qué, se preguntarán ustedes, almas de cántaro? Pues porque para lo que es la película en sí no importa dos cocos. La peli va de vivir y sobrevivir en un mundo descarnado, cruel y brutal, sin apenas comida, donde el hombre es un lobo para el hombre, para orgasmo mental de Hobbes. No hay mucha acción, pero no se echa de menos, el drama, los flashbacks con la madre y los avatares del camino llenan muy bien la película.Pues los dos protagonistas están en la carretera rumbo al sur, con el objetivo de encontrar un lugar más saludable y cálido. El camino está plagado de bandas de caníbales, gente que antes podría haber sido su vecina o el que le vende el pescado, pero que en un mundo como éste se han visto obligados a alimentarse de lo que queda: Hamburguesa de gente.
El padre está más resabiado que Islero y no deja que nada ni nadie se acerque a su hijo. Sabe que para sobrevivir no debe fiarse de nadie y trata de inculcar esta idea al chaval, inocente y desconocedor de la mala leche que se gasta la gente cuando las cosas van mal dadas.
A partir de esta premisa, padre e hijo tiene varios encuentros con gente indeseable, localizan un búnker llenito de comida y se ponen ciegos de comer, se encuentran con un viejales que resulta ser Robert Duvall con dos kilos de mugre y, en este caso, la compasión del hijo hacen que el padre acepte ayudar un poco al viejo. En fin, cosas que pasan en cualquier viaje de carretera. Ya a mediados de la peli se ve que Viggo está jodidillo, como si tuviese el pechito cogido. Poco a poco va agravándose el problema, hasta que llega un momento que el pobre no se tiene en pie.
Al final de la peli, momento emotivo, llegan a una playa, donde el padre se tumba para no despertarse más. Lagrimilla saliendo por la comisura. Poco después, el chico, con más suerte que Carlos Fabra echando la bonoloto, encuentra una familia de gente que está en la carretera, pero no de los que se comen a la gente, sino de los que ayudan.



